Pedro Almaida: “A medida que el sistema circadiano envejece, la capacidad del organismo para ajustar los ritmos biológicos a los ciclos ambientales se ve comprometida”

El Dr. Pedro Almaida lleva años investigando sobre el sistema circadiano. Aprovechará su participación en el Longevity World Forum de 2019 para explicar su importancia en cuanto a un envejecimiento saludable y para informar sobre los últimos descubrimientos en este sentido.

¿Por qué es importante que prestemos atención al llamado «reloj biológico»?

Los ritmos biológicos son esenciales para el mantenimiento de una salud óptima. A lo largo de la evolución humana, los homínidos se han visto expuestos a ciclos regulares de luz y oscuridad durante cada periodo de 24 horas. Este proceso evolutivo de millones de años hizo que las especies ajustaran su fisiología y la sincronizaran con el ambiente cíclico de su entorno. Los vertebrados, incluidos los homínidos, desarrollaron unos grupos de neuronas que permitían monitorizar el fotoperiodo ambiental y que se localizan en el hipotálamo, en lo que se conoce como núcleos supraquiasmáticos (NSQ). Los NSQ, que conforman lo que se denominada reloj biológico o marcapasos central, son un oscilador en sí mismos que orquesta la mayoría de los ritmos circadianos conocidos en vertebrados.

¿Cómo deberíamos cuidar el sistema circadiano desde la juventud para disfrutar de un envejecimiento saludable?

La principal estrategia para prevenir desajustes del reloj biológico consiste en reforzar las señales circadianas e incrementar el contraste día/noche. La luz azul brillante, como principal sincronizadora del sistema circadiano, es capaz de producir un incremento de la amplitud y estabilidad de los ritmos biológicos cuando se aplica a la hora correcta. Además de la luz, la oscuridad es también necesaria para sincronizar nuestros ritmos. La ausencia de oscuridad lleva a la disrupción de los ritmos biológicos. El ejercicio regular, en el momento adecuado, también puede sincronizar el reloj biológico a la vez que mejora la salud física. El horario de las comidas es especialmente importante como un sincronizador de la mayoría de los relojes periféricos. También el mantener las interacciones sociales puede ayudar a mantener el buen funcionamiento nuestro reloj biológico. Y si estas pautas no son suficientes, se puede acudir a la ingesta de melatonina, la cual tiene efectos similares a la oscuridad.

¿Cuáles son las principales dolencias asociadas a nuestros ritmos biológicos?

Las sociedades desarrolladas se caracterizan por un estilo de vida 24/7. Los miembros de estas sociedades están expuestos a señales sincronizadores contradictorias que conducen a la aparición de cronodisrupción (CD). La CD es un concepto relativamente nuevo que sirve para denominar al desajuste entre la hora interna del organismo y la ambiental y también la pérdida de orden temporal interno, lo cual conlleva la disfunción de la organización circadiana de la fisiología, endocrinología, metabolismo y comportamiento de un organismo.

En octubre del 2007, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (siglas IARC en inglés), la cual es parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó el “trabajo a turnos que conlleva disrupción de los ritmos circadianos” como potencialmente carcinogénico en humanos. Además, las más prestigiosas revistas científicas, Nature, Science y Current Biology, se han hecho eco recientemente de los riesgos para la salud producidos por exposiciones inadecuadas a la luz, las cuales se han asociado también con una mayor probabilidad de síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo, trastornos afectivos, alteraciones del sueño y cáncer.

¿Qué tratamientos se aplican para combatir los problemas del sistema circadiano durante la vejez?

El sistema circadiano envejece como cualquier otra estructura del organismo y, con el envejecimiento, el reloj biológico se caracteriza por sufrir un deterioro en todos sus niveles de organización: vías de entrada de información, marcapasos central y vías de salida (ritmos biológicos). Así, con el envejecimiento, el sistema circadiano presenta una disminuida recepción de la información temporal, un desajuste general del marcapasos central (núcleos supraquiasmáticos) y, en cuanto a los ritmos circadianos, un avance de fase, fragmentación y disminución de la amplitud.

Por tanto, a medida que el sistema circadiano envejece, la capacidad del organismo para ajustar los ritmos biológicos a los ciclos ambientales se ve comprometida y puede aparecer la cronodisrupción. Afortunadamente, como se ha visto anteriormente, existen algunas estrategias que una persona puede seguir para favorecer el funcionamiento del reloj biológico: incrementar el contraste día/noche (exposición a días brillantes y noches oscuras), tomar melatonina (si es necesario), hacer ejercicio regular, mejorar los horarios de sueño y comidas o aumentar los contactos sociales.

¿En qué está trabajando actualmente en el Grupo de Cronobiología de la Universidad de Murcia?

Estoy trabajando en el proyecto LUMEN (LUz, Melatonia y ENvejeceimiento), financiado por una beca de investigación de Fundación ONCE y Fondos FEDER cuyos principales objetivos son, por un parte, medir el impacto de diferentes agendas de luz/oscuridad sobre la función del sistema circadiano mediante el análisis de los ritmos de actividad/reposo, la producción de melatonina, el patrón de sueño y la expresión de genes reloj en modelos animales. Y, por otro lado, buscar asociaciones entre cronodisrupción y enfermedades asociadas a la edad mediante el análisis del estatus oxidativo, la composición lipídica de membranas celulares (especialmente mitocondriales) y el daño ocasionado en el ADN mitocondrial a lo largo del ciclo vital de modelos animales.

El proyecto LUMEN es parte de un proyecto mayor: “Circadian Healthy Ageing”, el cual está integrado en el CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) del Instituto de Salud Carlos III.

¿Por qué ha decidido participar en el Longevity World Forum y qué cree que aporta un congreso como este a la comunidad científica y a la sociedad?

Es un honor para mí el poder asistir a este prestigioso fórum dedicado a la longevidad y calidad de vida y dar a conocer el trabajo que nuestro grupo de investigación viene realizando. Estos congresos son vitales para el avance científico. Permiten reunir a expertos investigadores de distintas áreas del conocimiento, los cuales centran sus esfuerzos en el estudio del envejecimiento. Esto es especialmente importante en un área como el envejecimiento, la cual precisa de aproximaciones interdisciplinares. Estas reuniones impulsan el establecimiento de redes de trabajo y nuevas líneas de actuación para progresar en el conocimiento científico y la mejora de la calidad de vida de la población.

Carlos F. Sánchez Ferrer: “Fármacos capaces de inhibir las acciones de las adipoquinas pueden tener un efecto beneficioso sobre las arterias, revirtiendo incluso el envejecimiento vascular”

La primera sesión de #Longevity19 ofrecerá una aproximación a la longevidad desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, el catedrático Carlos F. Sánchez Ferrer explicará las nuevas dianas farmacológicas que existen contra el envejecimiento vascular. Su formación y experiencia le avalan como voz referente en el sector en el que se enmarca este congreso mundial.

En su opinión, ¿cuál ha sido el avance más importante durante el último año en materia de esperanza y calidad de vida?  

No estoy seguro de que haya habido un avance en concreto muy superior a los demás. Creo que existe un acúmulo progresivo de información y que este incremento en cantidad proporcionará eventualmente avances cualitativos.

¿Qué mecanismos del envejecimiento cardiovascular humano se pueden tratar, frenar o revertir?

Ya en el siglo XVIII, Thomas Sydenham, un médico inglés, afirmaba que “A man is as old as his arteries are”, es decir, que un hombre es tan viejo como lo son sus arterias; afirmación que, por supuesto, también vale para las mujeres. Este envejecimiento se puede frenar e, incluso, revertir mediante la implantación de estilos de vida saludables, incluyendo la dieta mediterránea y el ejercicio físico.

Desde el punto de vista farmacológico, sabemos también que algunos de los medicamentos que utilizamos para tratar enfermedades como la hipertensión y la hipercolesterolemia tienen efectos positivos y retrasan el envejecimiento cardiovascular. Las estatinas, que reducen los niveles del colesterol LDL (el “malo”), tienen acciones beneficiosas en las arterias no sólo por este mecanismo, sino por otros, todavía en estudio, que reciben el nombre de efectos “pleiotrópicos”. Los fármacos inhibidores del sistema renina angiotensina, ampliamente utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial, sabemos también que reducen varios procesos patológicos asociados al envejecimiento vascular.

Por otra parte, hay enfermedades metabólicas que tiene consecuencias a veces catastróficas para el sistema cardiovascular, como es la diabetes mellitus tipo 2, característica de personas de cierta edad y, frecuentemente, asociada a la obesidad. De hecho, se consideran enfermedades progéricas, es decir, enfermedades que favorecen el envejecimiento. Hoy en día, para el tratamiento de estas enfermedades, que se denominan cardiometabólicas, se considera crucial encontrar fármacos que no sólo mejoren los aspectos metabólicos, sino sobre todo las consecuencias cardiovasculares.

¿Qué investigaciones se están desarrollando desde el ámbito farmacológico sobre dicha materia?

En obesidad y diabetes mellitus, el tejido adiposo hipertrofiado es capaz de producir y liberar diferentes sustancias, que se denominan adipocitoquinas o adipoquinas, y que ahora se utilizan como marcadores de enfermedad, es decir, su presencia se considera diagnóstica o pronóstica. Nosotros consideramos que estas sustancias, per se, pueden tener efectos dañinos en las arterias y son, por tanto, mediadores que originan el desarrollo de enfermedad cardiovascular. Si esta hipótesis se confirma, las adipoquinas se convertirían en dianas terapéuticas, es decir, en objetivos para nuevos fármacos que antagonizaran estos efectos perjudiciales.

¿Cuáles son las aplicaciones reales (ya en pacientes) de vuestro trabajo hasta el momento?

Las aplicaciones en pacientes no suelen surgir del trabajo de un sólo grupo, sino de muchos y durante muchos años. Nuestro grupo está trabajando sobre todo en analizar los mecanismos de daño vascular de tres adipoquinas (hay muchas más), que son dos enzimas (dipeptidilpeptidasa IV y visfatina), así como una citoquina pro-inflamatoria (interleuquina-1). En este sentido, hay fármacos en el mercado capaces de inhibir la dipeptidilpeptidasa IV, que se usan en el tratamiento de la diabetes mellitus y cuyo efecto sobre la enfermedad vascular está en estudio. También existen moléculas recombinantes y anticuerpos monoclonales que antagonizan la interleuquina-1. Existen ensayos clínicos recientes que sugieren que este último tipo de fármacos pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.

¿Podemos hablar de algunos avances notables en el futuro próximo?

Nosotros pensamos que aquellos fármacos capaces de inhibir las acciones de las adipoquinas pueden tener un efecto beneficioso sobre las arterias, retrasando o, incluso, revirtiendo el envejecimiento vascular. Hay datos experimentales que apuntan en esa dirección y esperamos que en los próximos años estos datos esperanzadores se confirmen en los correspondientes ensayos clínicos adecuados para que puedan ser aplicados en la población general.

¿Por qué considera que es importante que la comunidad científica en particular y la sociedad en general centren su atención en la longevidad?

Una de las características más importantes de nuestra sociedad es el envejecimiento de la población. Vivimos más tiempo y en mejores condiciones y cada vez tenemos más información acerca de los aspectos que favorecen la longevidad, tanto desde el punto de vista genético y biológico como ambiental y social. De hecho, un punto muy importante, en nuestra opinión, es no sólo prolongar la vida, sino sobre todo hacerlo en las mejores condiciones físicas, intelectuales, psicológicas y sociales. Todo ello requiere la participación de diferentes disciplinas científicas y humanísticas, así como un enfoque global por parte de toda la sociedad.

¿Qué diría que significa un encuentro como el Longevity World Forum y por qué has decidido participar?

Es la oportunidad de conocer diferentes puntos de vista, científicos, sociales, económicos éticos, etc., sobre un tema de tanta relevancia como es el envejecimiento humano. Asimismo, es también la oportunidad de difundir nuestro trabajo no sólo en la comunidad de especialistas científicos, sino en la sociedad en general.

Pedro Almaida

Doctor. Grupo de Cronobiología. Universidad de Murcia.

Licenciado en Biología y doctor en Fisiología por la Universidad de Murcia. Trabajó durante cuatro años en el Grupo de Nutrición Molecular del Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling (Escocia, Reino Unido) gracias a una beca de ampliación de estudios postdoctorales en el extranjero de la Fundación Ramón Areces y a una beca Intra-Europea Marie Curie para desarrollar nuevos modelos de peces para el estudio del envejecimiento, particularmente del sistema circadiano de estos animales. Desde 2017, está trabajando como investigador en el Grupo de Cronobiología de la Universidad de Murcia en un proyecto para dilucidar los mecanismos asociados al envejecimiento del sistema circadiano de modelos vertebrados (peces del género Nothobranchius), los cuales conectan la luz ambiental, la melatonina y los lípidos que integran las membranas celulares, particularmente las mitocondrias.

Bruno Vellas

Profesor y doctor. Hospital Universitario Gerontopole de Toulouse. Unidad sobre Envejecimiento (Francia)

Bruno Vellas es presidente de Gerontopole y Jefe del Departamento de medicina interna geriátrica del Hospital Universitario de Toulouse y es miembro de INSERM UMR 2017, así como presidente del Centro colaborador WHO para la fragilidad, investigación clínica y formación geriátrica. También es presidente del Comité científico del plan Grand Age (Plan nacional francés acerca del envejecimiento). Estudió medicina en Toulouse y obtuvo el título de Doctor en Medicina en 1987, obteniendo un doctorado en Fisiopatología en 1990. De 1987 a 1988 llevó a cabo su formación de doctorado en nutrición y envejecimiento en el Laboratorio de nutrición clínica de la Facultad de Medicina, Universidad de Nuevo México, EEUU. Sus principales áreas de acción son: el desarrollo del envejecimiento y la investigación y cuidados clínicos geriátricos. Sus labores de investigación y cuidados han recibido el apoyo de varias becas de investigación europeas a nivel nacional e internacional. Es fundador de Gerontopole, cuyo objetivo es el desarrollo de la innovación y la investigación relativa a las personas mayores. Es autor y coautor de más de 858 publicaciones en revistas especializadas desde 1987, Index H: 81. Trabaja como editor, miembro del comité editorial y revisor de varias revistas de importancia. Es profesor adjunto del Departamento de Medicina interna de la Universidad de Nuevo México, Alburquerque, NM, EEUU, y es miembro de la junta asesora científica de diversas instituciones científicas de relevancia en Francia, UE, Japón y los Estados Unidos. Desde 2016, es miembro titular de la Academia nacional francesa de medicina, Oficial de la Legión de Honor, y fue galardonado con las Palmas Académicas en 2016. Fue presidente de IAGG (Asociación internacional de gerontología y geriatría), organización no gubernamental con sede en las Naciones Unidas, y fundador de EADC (Consorcio europeo de la enfermedad de Alzheimer), de CTAD (ensayos clínicos en la conferencia sobre la enfermedad de Alzheimer) y de ICFSR (Conferencia internacional sobre fragilidad e investigación de la sarcopenia). Es presidente del Centro colaborador WHO para la fragilidad, investigación clínica y formación geriátrica desde septiembre de 2017 e investigador principal del Proyecto INSPIRE sobre Gerociencia.

Manuel Collado: “Nuestro objetivo debe ser llegar en mejor estado de salud a edad avanzada y permanecer libres de enfermedad el mayor tiempo posible”

El Dr. Manuel Collado será uno de los ponentes en la primera sesión de #Longevity19, la cual se centrará en profundizar en la longevidad gracias a la exposición de diferentes investigaciones, desde más básicas hasta aplicadas, que se están realizando actualmente en dicho ámbito. En esta breve entrevista ofrece una aproximación a su perspectiva y a su trabajo.

¿Por qué considera que es importante que la comunidad científica en particular y la sociedad en general centren su atención en la longevidad?

La sociedad actual está marcada por el enorme aumento de la longevidad experimentado en las últimas décadas. Esta mayor longevidad conlleva un cambio radical en la estructura y composición de nuestra sociedad con importantes consecuencias, fundamentalmente en la salud. El envejecimiento es el principal factor debilitante de nuestra salud y causa última de una enorme cantidad de enfermedades que conllevan aumento en la dependencia y en la mortalidad. Atender a los mecanismos básicos que contribuyen al envejecimiento podría aportarnos nuevas formas de prevención y tratamiento de las bases comunes a un gran número de patologías.

¿Qué diría que significa un encuentro como el Longevity World Forum y por qué ha decidido participar?

El Longevity World Forum es una ocasión excepcional para encontrarse con grandes líderes en el campo de la longevidad y el estudio de las bases del envejecimiento, una oportunidad única de aprender de primera mano las últimas tendencias en este campo que están experimentando un enorme avance que podría suponer un cambio radical en nuestra forma de entender y abordar esta área de conocimiento.

¿Qué debemos entender por senescencia celular y qué incidencia tiene sobre el envejecimiento?

La senescencia celular es un proceso que se desata en las células del organismo como respuesta a diversos daños experimentados a lo largo de tiempo. Como tal, cumple un papel positivo defendiéndonos de estas agresiones; pero conforme avanza la edad estas células dañadas se acumulan en nuestros tejidos perjudicando la función normal de los mismos e, incluso, induciendo cambios que deterioran su actividad. Hoy en día tenemos suficientes evidencias para afirmar que esta acumulación de células senescentes contribuye significativamente a una gran cantidad de las denominadas enfermedades asociadas al envejecimiento e, incluso, se ha podido demostrar que eliminarlas específicamente permite mejorar el estado de salud a edad avanzada en modelos animales experimentales.

¿Cómo cree que evolucionará nuestra esperanza y calidad de vida en la próxima década?

La esperanza de vida ha aumentado a un ritmo constante y sostenido a lo largo ya de más de un siglo. Existen discrepancias con respecto a la posibilidad de superar una edad máxima para la población humana e, incluso, se discute que podamos seguir aumentado aún más la esperanza de vida media. Sin embargo, los datos nos muestran que nuestra esperanza de vida sigue aumentando y que esta mayor longevidad viene siempre acompañada de un periodo de vida saludable mayor. Nuestro objetivo debe ser llegar en mejor estado de salud a edad avanzada y permanecer libres de enfermedad el mayor tiempo posible. Pero todo esto solo será posible con mayor inversión tanto en investigación como en salud.

¿En qué está trabajando actualmente desde CHUS e IDIS?

Nuestro laboratorio del IDIS tiene como uno de sus objetivos fundamentales el estudio de la senescencia celular. Nos interesa entender mejor este proceso: cuáles son sus funciones fisiológicas, cómo contribuye a las patologías, cómo podemos alterar aumentando o eliminando las células senescentes.

En su opinión, ¿cuál ha sido el avance más importante en materia de longevidad desde el año pasado?

Todas las contribuciones de diversos grupos que han demostrado sin duda la contribución de las células senescentes a muy diversas patologías asociadas al envejecimiento y cómo es posible intervenir terapéuticamente en ellas eliminando selectivamente estas células.

Carlos F. Sánchez-Ferrer

Catedráticos de Farmacología de la Universidad Autónoma de Madrid, Grupo FARMAVASM, e IDIPAZ (Madrid)

Estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde se licenció en 1981 y se doctoró desde 1984. Merced a ayudas del Fondo de Investigaciones Sanitarias y de la Mayo Foundation realizó una estancia postdoctoral durante 1987 en Mayo Clinic and Mayo Medical School (Dept. of Physiology), seguida de otra en Medical College of Wisconsin (Dept of Physiology) gracias a una International Research Fellowship del Fogarty International Center (National Institutes of Health, USA). Ha sido Profesor Titular de Farmacología entre 1987 y 2005 y Catedrático de esta disciplina desde 2005, siempre en el Departamento de Farmacología y Terapéutica de la UAM. Actualmente, es Director de este Departamento desde 2013. Ha sido Vicedecano de Investigación de la Facultad de Medicina de la UAM entre 2000 y 2007 y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España desde 2002. Junto con la Profa. Peiró, lidera un grupo de investigación UAM e IdiPAZ denominado con el acrónimo FARMAVASM (Farmacología Vascular y Metabolismo), que se dedica al estudio de los mecanismos que producen deterioro de la función vascular en condiciones patológicas, como diabetes mellitus y obesidad, así como al análisis de los mecanismos celulares y moleculares subyacentes al envejecimiento vascular. Como farmacólogos, un objetivo fundamental del grupo es caracterizar nuevas dianas terapéuticas que permitan prevenir o retrasar el envejecimiento vascular, utilizando para ello diferentes abordajes experimentales, desde cultivos de células vasculares humanas a modelos animales y estudios en pacientes. Colabora con distintos investigadores nacionales y extranjeros de prestigio y ha sido autor de más de un centenar de publicaciones científicas en revistas internacionales, la mayoría en el primer cuartil. Ha codirigido 18 tesis doctorales y ha sido investigador principal en 25 proyectos competitivos de alcance autonómico, nacional e internacional.

Marc Ramis

Cofundador y CEO de Senolytic Therapeutics, Inc. (Boston)

Es cofundador y Director General de Senolytic Therapeutics Inc., empresa farmacéutica que desarrolla un novedoso tipo de fármacos en base a la senescencia celular. También apoya inversiones y asociaciones estratégicas en Life Biosciences Inc. en Europa. En la actualidad, Marc es asesor estratégico de Ninevah Therapeutics, Cebiotex, Retinset Therapeutics y Origen Ventures. Es cofundador y socio de Chasing Science, un venture builder de reciente creación del campo de la biomedicina. Es también fundador y asesor de Tech & Business Innovation (TBI), empresa académica centrada en el intercambio de conocimientos y en las asociaciones corporativo-académicas. Marc nos ofrece su experiencia como asesor y miembro del consejo de administración de múltiples organizaciones y como cofundador de distintas empresas. Ha puesto en marcha programas de Emprendedores en residencia en distintas instituciones académicas como el IRB Barcelona. De 2010 a 2012, Marc trabajó para Isis Innovations/Universidad de Oxford como asesor asociado en España y para LATAM. De 2007 a 2011, trabajó en Endor, una empresa de nanomedicina con base en España. Durante este periodo, fue Director de investigación y desarrollo (nanosistemas para la liberación de fármacos en las terapias contra el cáncer) y Director de desarrollo empresarial (lanzó distintos productos nanotecnológicos para los mercados cosmético y textil).

Con anterioridad, Marc también trabajó en el ámbito farmacéutico en Novartis. También colaboró con otros centros de investigación como el Cancer Research UK y la Universidad de Boston. Marc se doctoró en bioquímica por la Universidad de Oxford en 2006, y cursó un programa PLD en la Harvard Business School en 2011. También realizó un máster en ingeniería bioquímica en 2001 y se licenció en química en el IQS (Barcelona) en 2000.

Manuel Serrano

Doctor y catedrático ICREA – Instituto de Investigación en Biomedicina (Barcelona)

Manuel Serrano se doctoró en 1991 en la Universidad Autónoma de Madrid. De 1991 a 1996, Serrano trabajó en el equipo de David Beach en el Laboratorio Cold Spring Harbor de Nueva York. Durante este periodo, Serrano realizó su descubrimiento más importante al identificar y caracterizar el gen p16, uno de los genes más importantes en la protección frente al cáncer. Serrano regresó a España en 1997 para dirigir un grupo de investigación, en un primer momento en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) y, posteriormente, de 2003 a 2017, en el Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO), ambos en Madrid. En 2017, Serrano se trasladó al Instituto de Investigación Biomédica (IRB), ubicado en Barcelona.

A Manuel Serrano se le reconoce internacionalmente en el campo de la supresión tumoral. Además del descubrimiento del gen p16, uno de sus más importantes hallazgos ha sido la identificación de la senescencia celular como principal respuesta anti-oncogénica. Recientemente, su laboratorio ha demostrado también que la senescencia celular participa en distintos procesos de remodelación del tejido durante el desarrollo embrionario. El equipo de Serrano fue pionero en la generación de ratones resistentes al cáncer modificados genéticamente, encontrando un vínculo entre los genes supresores tumorales y el envejecimiento.

En los últimos años, el interés investigador de Manuel Serrano se ha extendido a la reprogramación metabólica y celular en relación al envejecimiento. El laboratorio de Serrano fue el primero en demostrar que es posible la reprogramación celular en células pluripotentes dentro de un organismo, otorgando la revista Nature Medicine el premio Advance of the Year 2013 a este descubrimiento. Más recientemente, Serrano ha declarado en la revista Science que la reprogramación en vivo mejora por la coexistencia de lesiones tisulares gracias a la producción de la interleucina IL-6.

Manuel Collado

Jefe del Laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento (Santiago de Compostela)

Doctor en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid. Tras trabajar en Londres, Nueva York y en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid es actualmente Investigador Miguel Servet en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) en donde dirige el Laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento. Divulgador de la investigación biomédica del envejecimiento en el blog Fuente de la Eterna Juventud.

Marc Ramis: “Estamos tratando por primera vez enfermedades asociadas a la edad a partir de mecanismos asociados a la senescencia”

El Dr. Marc Ramis se define como un apasionado del emprendimiento en el ámbito de las llamadas ciencias de la vida. Por ejemplo, el pasado verano de 2017 se embarcó junto con el Dr. Manuel Serrano y otros investigadores en la creación de Senolytic Therapeutics, una compañía que desarrolla innovadores fármacos senolíticos, es decir, basados en la senescencia celular. “Nos enfrentamos a muchos retos porque se trata de un campo nuevo. Existe mucha incertidumbre desde el punto de vista del desarrollo, pero es un área con mucho futuro y un alto impacto, ya que vivimos en una sociedad cada vez más envejecida. Estamos tratando por primera vez enfermedades asociadas a la edad a partir de mecanismos asociados a la senescencia”, afirma.

Ramis explica que, de momento, se puede hablar de brillantes trabajos académicos y preclínicos. No obstante, matiza que “vivimos justamente un momento clave en este sentido”, ya que todo el conocimiento en torno al concepto de senescencia celular se está empezando a transferir al mercado. Es más: desde Senolytic Therapeutics tienen previsto realizar la primera prueba de forma sistémica sobre humanos en 2020. Siguiendo con sus palabras: “Trasladaremos los datos de desarrollo preclínico de esta ciencia al ensayo clínico el año que viene”.

Con todo, la senescencia celular está cobrando especial protagonismo de un tiempo a esta parte, ya que desde entidades como Senolytic Therapeutics está demostrando su relación directa con diferentes patologías y el envejecimiento. Por ejemplo, su eliminación o la reducción de su número se está relacionando con el aumento de la esperanza de vida con calidad de pacientes con fibrosis pulmonar.

El Dr. Marc Ramis expondrá los últimos avances en este sentido en la segunda edición del Longevity World Forum. En concreto, participará en la segunda sesión dedicada al I+D+i en la longevidad. “El valor diferencial de este congreso internacional es su impacto social, porque sirve como un foro que permite transmitir el concepto de ageing a la sociedad”, concluye.